- Álvaro Bernabeu | Sanitas
El departamento de RR.HH. es una de las áreas clave de la empresa porque trabaja con el material más sensible de las organizaciones y debe tener un gran conocimiento de las bases psicológicas que movilizan al ser humano. Uno de sus grandes retos es seleccionar el talento adecuado para cada tarea y responsabilidad, buscando que la organización sea lo más productiva posible. Pero esto no puede conseguirse sin buenos líderes que motiven a los trabajadores para que den lo mejor de sí mismos. Y ese es otro gran reto.
¿Qué es el liderazgo empresarial?
El liderazgo no está directamente relacionado con la posición jerárquica. Hay un liderazgo activo y otro pasivo, también denominado natural. Este último, como su nombre indica, lo ostenta alguien cuyas cualidades para el liderazgo son innatas y hacen que los demás confíen en esa persona y apoyen sus decisiones. Este tipo de líder no siempre ocupa un puesto de responsabilidad.
Dentro de los liderazgos activos, hay distintos estilos. Los hay con mayor o menor grado de actitud autocrática o democrática.
¿Cuál de ellos debe impulsar? ¿El liderazgo activo o el pasivo? Esto va a depender de la estrategia a seguir, porque ambos liderazgos son potencialmente útiles y necesarios.
Independientemente del tipo de liderazgo, el estilo que resulta verdaderamente útil para la empresa es aquel que se denomina liderazgo transformacional:
- Pone a las personas en el centro para sacar lo mejor de ellas.
- Guía con valores positivos como la empatía y la escucha activa.
- Ejerce influencia para buenos fines, tanto para la empresa como para el propio trabajador.
- Sabe reconocer las aportaciones de cada miembro del equipo.
- Consigue que todos remen en la misma dirección.
- Sabe ilusionar, mantener el ánimo alto y un buen clima de trabajo.
- Da autonomía, delega, pero controlando, llevando las riendas y la toma de decisiones final.
¿Cómo contribuye RR.HH. en esta labor?
Como ya se indicaba en este artículo, una de sus principales tareas es apoyar, impulsar el liderazgo dentro de la organización y retener a los buenos líderes, porque conseguir la excelencia en la gestión es una ventaja competitiva para las empresas. Trabajar con los líderes para, juntos, alcanzar los objetivos estratégicos y de productividad. Por ello, es importante que los apoye y los ayude a mejorar sus habilidades porque una organización con buenos líderes consigue:
- Mayor productividad y competitividad.
- Mejor clima de trabajo.
- Empleados motivados e implicados con el proyecto empresarial.
- Menos bajas médicas y rotación de empleados.
- Mejora de la marca empleadora.
También es una tarea importante para RR.HH. detectar y hacer aflorar el talento interno para, desde ahí, apoyar su liderazgo.
Aquellos que no son líderes naturales, o no se ajustan al modelo de liderazgo que desea la empresa, pueden mejorar sus habilidades a través de la formación y el coaching. Para ello hay acciones de apredizaje tradicionales y otras de tipo gamificado, que están teniendo mucha aceptación en la actualidad por resultar más amenas.
La gamificación consiste en incorporar diferentes elementos del juego en los procesos de la empresa. La formación gamificada ha dado un salto cualitativo gracias a los avances tecnológicos y el machine learning, además de ofrecer resultados más duraderos por fijar más el aprendizaje.
Dentro de estos programas gamificados, los hay que sirven para:
- Entrenar habilidades (empatía, toma de decisiones, gestión de equipos).
- Detectar el estilo de liderazgo de cada uno.
- Encontrar, tanto dentro de la empresa como en procesos de reclutamiento, liderazgos ocultos que puedan contribuir a llevar adelante el proyecto empresarial.
- Hacer más atractivo el proceso de incorporación de un nuevo empleado.
- Trabajar en valores importantes dentro de la cultura empresarial (inclusividad, multiculturalidad, desterrar prejuicios como el machismo o el edadismo, etc.
Encontrar el mejor método para conseguirlo es cada vez más sencillo por las diferentes posibilidades que ofrece el mercado, tanto tradicionales como gamificadas, aunque también resulte un reto para RR.HH. encontrar la opción que mejor se ajusta a la organización.